lunes, 5 de julio de 2010

SAN FERMÍN 2010: Juan del Álamo y Cristian Escribano pierden triunfos por la espada; detalles de Diego Silveti

Pamplona, Lunes 5 de Julio de 2010
Novillada con picadores
Tres cuartos de plaza

Primer festejo del abono de San Fermín 2010. Cristian Escribano y Juan del Álamo maldecirán el acero que les ha impedido triunfar esta tarde en Pamplona. Si hubieran estado acertados en el remate final de sus faenas, posiblemente ambos habrían salido por la Puerta Grande de la plaza de Pamplona.

Cristian Escribano: demostró temple y ligazón con su primero, un novillo de poca ligazón que se echó al toledano a los lomos sin consecuencias. Buenas tandas con la derecha y final por ajustadas bernadinas. Perdió una oreja por un bajonazo y tres pinchazos antes de la estocada definitiva. Con el cuarto, que le presentó mayores dificultades, estuvo firme y volvió a fallar con la espada.

Juan del Álamo: participativo toda la tarde en los quites, realizó una meritoria faena al segundo basada en la mano diestra y pases afarolados. Tres pinchazos y estocada casi entera. Al quinto lo recibió con largas cambiadas de rodillas y lances de capote mirando al tendido, antes de que fuera sustituido por un quinto bis que le propinó una auténtica paliza. El novillero salmantino no se amilanó y estuvo muy valiente, aunque resultó volteado varias veces y pisoteado. Su tesón caló en los tendidos y volvió a perder trofeos con la espada y el descabello.

Diego Silveti: tuvo el infortunio de que su primero quedara inválido en el tercio de varas. No accedió el usía a sustituirlo, y el esfuerzo del mexicano resultó baldío. Con el que cerraba plaza, un novillo muy parado, se mostró relajado y voluntarioso. Estuvo asentado, a pesar de verse molestado por el viento en los medios, y dejó detalles toreros. Para no desentonar con la tónica de la tarde, tampoco atinó con los aceros.

6 novillos del Marqués de Domecq (el 5º bis sobrero de la misma ganadería)
Cristian Escribano: silencio en ambos
Juan del Álamo: ovación y silencio
Diego Silveti: silencio y silencio

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