Viernes, 3 de Octubre de 2.008
Plaza de toros de Las Ventas
Madrid
Lleno
Miguel Ángel Perera, que el 6 de Junio había firmado la mejor faena del año en Las Ventas, ante un toro de Núñez del Cuvillo, al que cortó dos orejas, saliendo a hombros por la Puerta Grande más importante del mundo, y que había realizado la mejor temporada que se recuerda a un torero en los últimos años, quería finalizarla con un espectacular broche de oro, afrontando dos encerronas con seis toros consecutivas, en Madrid el 3 de Octubre y en Zafra al día siguiente.
No pudo alcanzar su objetivo. Recibió dos cornadas en su actuación en solitario el 3 de Octubre en Las Ventas (la segunda de pronóstico muy grave), que imposibilitaron su encerrona de Zafra y le obligaron a sufrir hasta cinco intervenciones quirúrgicas, necesitando más de tres meses de recuperación.
En Las Ventas se enfrentó a una tarde desapacible, con frío, con mucho viento, con un sector del público muy crítico con el mejor torero de la temporada.
Recibió palmas en sus dos primeros toros. Fue herido al entrar a matar a su segundo. Ingresó en la enfermería para ser intervenido sin anestesia de herida por asta de toro en la región escrotal izquierda. Volvió al ruedo veinticinco minutos después para continuar la lidia.
Cortó una oreja del tercero y otra del cuarto. Resultó cogido muy grave en región crural con trayectoria hacia arriba y adentro de 15 cms., que contusionó la arteria femoral, durante la faena de muleta al quinto. Con un esfuerzo sobrehumano consiguió escapar de los brazos que le llevaban a la enfermería, y con un torniquete en la pierna se irguió de nuevo y permaneció en el ruedo para regalarnos extraordinarias series de redondos y perfilarse para finalizar la faena y rematarla con un estoconazo. Recibió una oreja, la tercera de la tarde, que no pudo pasear dando la vuelta al ruedo, y se dirigió a la enfermería con el trofeo debajo de la chaquetilla, mientras los espectadores que aún tenían aliento gritaban: Torero, Torero !!!
De carmesí y oro, bañado con sangre, Miguel Ángel Perera no pudo salir por la Puerta Grande de Las Ventas, pero escribió su nombre con letras doradas en la Historia del Toreo.
Cinco toros (1º de Valdefresno, 2º de Toros de Cortés, 3º de Puerto de San Lorenzo, 4º de Victoriano del Río, 5º de Valdefresno), cinco estocadas fulminantes, dos cornadas, tres orejas.
Y los que estuvimos allí podremos contar con orgullo que fuimos testigos de la heroica encerrona, de la gesta, de la hazaña de Miguel Ángel Perera . . .
Plaza de toros de Las Ventas
Madrid
Lleno
Fotos: Ana García
Miguel Ángel Perera, que el 6 de Junio había firmado la mejor faena del año en Las Ventas, ante un toro de Núñez del Cuvillo, al que cortó dos orejas, saliendo a hombros por la Puerta Grande más importante del mundo, y que había realizado la mejor temporada que se recuerda a un torero en los últimos años, quería finalizarla con un espectacular broche de oro, afrontando dos encerronas con seis toros consecutivas, en Madrid el 3 de Octubre y en Zafra al día siguiente.
No pudo alcanzar su objetivo. Recibió dos cornadas en su actuación en solitario el 3 de Octubre en Las Ventas (la segunda de pronóstico muy grave), que imposibilitaron su encerrona de Zafra y le obligaron a sufrir hasta cinco intervenciones quirúrgicas, necesitando más de tres meses de recuperación.
En Las Ventas se enfrentó a una tarde desapacible, con frío, con mucho viento, con un sector del público muy crítico con el mejor torero de la temporada.
Recibió palmas en sus dos primeros toros. Fue herido al entrar a matar a su segundo. Ingresó en la enfermería para ser intervenido sin anestesia de herida por asta de toro en la región escrotal izquierda. Volvió al ruedo veinticinco minutos después para continuar la lidia.
Cortó una oreja del tercero y otra del cuarto. Resultó cogido muy grave en región crural con trayectoria hacia arriba y adentro de 15 cms., que contusionó la arteria femoral, durante la faena de muleta al quinto. Con un esfuerzo sobrehumano consiguió escapar de los brazos que le llevaban a la enfermería, y con un torniquete en la pierna se irguió de nuevo y permaneció en el ruedo para regalarnos extraordinarias series de redondos y perfilarse para finalizar la faena y rematarla con un estoconazo. Recibió una oreja, la tercera de la tarde, que no pudo pasear dando la vuelta al ruedo, y se dirigió a la enfermería con el trofeo debajo de la chaquetilla, mientras los espectadores que aún tenían aliento gritaban: Torero, Torero !!!
De carmesí y oro, bañado con sangre, Miguel Ángel Perera no pudo salir por la Puerta Grande de Las Ventas, pero escribió su nombre con letras doradas en la Historia del Toreo.
Cinco toros (1º de Valdefresno, 2º de Toros de Cortés, 3º de Puerto de San Lorenzo, 4º de Victoriano del Río, 5º de Valdefresno), cinco estocadas fulminantes, dos cornadas, tres orejas.
Y los que estuvimos allí podremos contar con orgullo que fuimos testigos de la heroica encerrona, de la gesta, de la hazaña de Miguel Ángel Perera . . .
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