Domingo, 24 de julio de 2011
Plaza de toros de Las Ventas
4ª novillada nocturna
Dos quintos de entrada
Diego Silveti, Cristian Escribano y Mario Alcalde han formado el cartel de esta cuarta novillada nocturna.
Cristian Escribano, que volvía a Madrid tras haber cortado una oreja en el mes de abril, en sustitución del lesionado Cayetano Ortiz, abrió plaza con gran gusto, toreando por verónicas. El novillo, complicado en la muleta, no ofreció gran juego. Y, tras dejar una estocada baja, el madrileño fue silenciado. Con el cuarto, hizo una declaración de intenciones, brindando al público y comenzando la faena por estatuarios combinados con trincherazos. Hubo más disposición que resultados, pues la embestida corta y poco uniforme del animal imposibilitó cuajar una mejor actuación. A pesar de ello, Escribano permitió que las astas rozasen su chaquetilla en un meritorio arrimón, que era todo lo que el novillo ofrecía. Y se arriesgó en una estocada recibiendo que quedó algo tendida, pero entera. Saludos.
Diego Silveti protagonizó una buena faena ante su primero. Lo saludó por verónicas con gran fuerza y remató en una buena media. Brindó al público y comenzó con la muleta en la diestra. El novillo fue más reservado por el pitón izquierdo. El mexicano se entregó en la tanda de bernadinas que puso fin, donde el de Guadalest se arrancó de largo. Tras pinchar, dejó estocada entera. Vuelta al ruedo.
El quinto hubo de ser devuelto a los corrales. La faena fue de menor nivel, basada en la mano diestra, con una tanda de naturales ayudados con la espada. Esta vez remató por manoletinas. Tres pinchazos. Estocada entera. Saludos.
Mario Alcalde, que se presentaba hoy en Las Ventas, destacó ya en un quite por ajustadísimas chicuelinas al segundo de la tarde. Su primero fue devuelto, y corrió turno. Muy bueno el recibo por verónicas del novillero madrileño. Brindó al público y ejecutó un original inicio de muleta a base de cambios de mano. Gusto en el concepto del novillero, falta de transmisión del novillo. Tras pinchazo y estocada, fue silenciado.
Para comenzar el último tercio, optó por ayudados por alto, trincherazos y pase de pecho. Ligó buenos lanzas con figura desmayada, aunque se vivieron también momentos de peligro. Se la jugó en las manoletinas y, firmada la última, se lanzó en un estoconazo hasta la bola. Respetó la muerte del astado, obligando a la cuadrilla a apartarse. Ovación con saludos.
-
Cristian Escribano: silencio y saludos
Diego Silveti: vuelta al ruedo y saludos
Mario Alcalde: silencio y saludos
______________________________
No hay comentarios:
Publicar un comentario