1/4/11
Maripaz Vega, Mónica Serrano y Lupita López Foto: Jessika Kuhn |
Las faenas se llevaron a cabo en el Rancho “Las Golondrinas” de Tepeji del Río, bajo un clima esplendoroso propio de la primavera hidalguense, gracias a la atenta invitación de la referida caballista, quien convidó a la matadora española a estoquear dos novillos, resultando el primero, áspero y difícil, con quien mostró solvencia al lidiarlo con la capa e inteligencia al hacer lo propio con la muleta ya que el toro era brusco en su embestir, hasta que se impuso de él y logró arrancarle par de tandas muy valiosas al natural, siempre rubricando con el de pecho de aquí a allá. Con su segundo, la malagueña se dio un verdadero banquete, ya que el morito, repitió y se fue a más gracias a la bravura y son que atesoró, por lo que Maripaz, después de mecerse a la verónica y rematar pinturera se dio el lujo de banderillearlo y posteriormente prodigarse en tandas largas y templadas, llenas de técnica y poderío por ambas manos que adornó con bonitos detalles, dejando como colofón y fiel a su estilo una gran estocada de efectos letales.
La anfitriona, dejó ver además de su belleza, las grandes maneras que atesora a la doma de sus preciosas y toreras jacas, siempre atenta a las indicaciones de un maestro de lujo como lo ha sido Don Joao Ventura, padre de Diego, quien lleva tiempo puliendo la técnica de la caballista y dándole invaluables consejos para andar en la profesión, gracias a la sólida amistad que tiene con ella y su padre, quien en la lidia de las tres vacas que le correspondieron, sacó a relucir un toreo elegante, templado, expuesto y sobre todo de gran acoplamiento a las condiciones de sus contrapartes, lo que de seguir así y de la mano de la constancia, seguramente le permitirá la conquista de mundo taurino.
Por su parte Lupita, conserva la soltura, el valor sereno y disposición de novillera, aunque ahora con la firmeza y responsabilidad que el título de matadora le otorga; cada vez se le ve más asentada y logrando pulir la técnica, sin abandonar el toreo largo y despacioso que unificó criterios el día de su alternativa. Con el novillo que pasaportó, desde el capote desmayó los brazos y con la muleta dislocó la cintura dándole el tiempo preciso a la embestida para recrearse en tandas por la zurda donde la largueza en sus trazos fue el común denominador y aunque pasaportó a su enemigo al primer intento, sabe que para cortar las orejas deberá seguir entrenando con ahínco el tercio final.
Maripaz, Lupita y Mónica, torearán el 17 de abril en el serial texcocano, en un atractivo cartel de toreras el cual completará la michoacana Hilda Tenorio, para estoquear un encierro del hierro queretano de Magdalena González, propiedad de Don Javier Iturbe.
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