Madrid - Las Ventas - FERIA DEL ANIVERSARIO
En menos de una semana, mucho más que en casi un mes de San Isidro. Como fin de fiesta, tres puertas grandes consecutivas. Pero tampoco hay que destapar el triunfalismo.
Mejoraron, en general, los toros. Destacaron Beato, de Victoriano del Río, al que se premió con vuelta al ruedo y, en su conjunto, la corrida de Alcurrucén que cerró feria.
Luis Francisco Esplá recibió dos orejas como compensación a su dilatada trayectoria profesional, Rubén Pinar cortó una y una, para empezar muy fuerte la suya. Andy Cartagena también salió a hombros.
Miguel Ángel Perera firmó los mejores momentos de la corrida de Beneficencia, quedándose sin trofeos por el "sabotaje" de los reventadores y la tardanza en caer de sus toros.
Sebastián Castella lo intentó todo con toros imposibles y contra el viento.
Daniel Luque confirmó que hay que contar con él. Miguel Tendero tomó la alternativa.
Morante dió la de arena (bronca y pitos).
Dejaron escapar una estupenda oportunidad con buenos toros Ferrera, Tejela, Manzanares y Uceda.
No dieron la talla: El Juli (muy bien en Nimes, en Valencia, mejor faena de la Feria de Sevilla, pero en Madrid le sigue pesando demasiado "el siete"), El Cid (atravesando un enorme bache, 4 tardes en Sevilla, 3 en Madrid), ni Talavante (desaparecido, 12 toros en Madrid en lo que va de año).
Las Ventas, después del empacho de festejos, de los llenos de no hay billetes, del lucirse en los tendidos, de aguantar lo casi inaguantable, vuelve a la normalidad. A los carteles sin figuras, a mostrar generosamente su cemento, con la excepción de los asientos ocupados por los "guiris", los "japos", los del "miau" y los aficionados impenitentes (cuatro gatos).
En menos de una semana, mucho más que en casi un mes de San Isidro. Como fin de fiesta, tres puertas grandes consecutivas. Pero tampoco hay que destapar el triunfalismo.
Mejoraron, en general, los toros. Destacaron Beato, de Victoriano del Río, al que se premió con vuelta al ruedo y, en su conjunto, la corrida de Alcurrucén que cerró feria.
Luis Francisco Esplá recibió dos orejas como compensación a su dilatada trayectoria profesional, Rubén Pinar cortó una y una, para empezar muy fuerte la suya. Andy Cartagena también salió a hombros.
Miguel Ángel Perera firmó los mejores momentos de la corrida de Beneficencia, quedándose sin trofeos por el "sabotaje" de los reventadores y la tardanza en caer de sus toros.
Sebastián Castella lo intentó todo con toros imposibles y contra el viento.
Daniel Luque confirmó que hay que contar con él. Miguel Tendero tomó la alternativa.
Morante dió la de arena (bronca y pitos).
Dejaron escapar una estupenda oportunidad con buenos toros Ferrera, Tejela, Manzanares y Uceda.
No dieron la talla: El Juli (muy bien en Nimes, en Valencia, mejor faena de la Feria de Sevilla, pero en Madrid le sigue pesando demasiado "el siete"), El Cid (atravesando un enorme bache, 4 tardes en Sevilla, 3 en Madrid), ni Talavante (desaparecido, 12 toros en Madrid en lo que va de año).
Las Ventas, después del empacho de festejos, de los llenos de no hay billetes, del lucirse en los tendidos, de aguantar lo casi inaguantable, vuelve a la normalidad. A los carteles sin figuras, a mostrar generosamente su cemento, con la excepción de los asientos ocupados por los "guiris", los "japos", los del "miau" y los aficionados impenitentes (cuatro gatos).
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