Plaza de toros de Guadarrama
Novillada con picadores
Dos tercios de entrada
Román dejó patentes sus intenciones recibiendo a su primero con dos largas cambiadas de rodillas y continuó con un quite combinando chicuelinas y tafalleras. Con la muleta se esforzó por dominar la embestida descompuesta del novillo. Finalizó con ceñidas manoletinas y mató de estocada desprendida, por lo que fue silenciado.
El colorado ojo de perdiz que hizo cuarto se echó a la mitad de la faena y la disposición del novillero se estrelló con la falta de fuerzas del astado, al que tuvo que matar pegado a tablas.
Brindó el quinto al público y compuso una estética faena en la que destacaron los estatuarios y las tandas con la diestra, adornándose con trincherillas. Ayudados por alto y estocada entera, algo tendida. Fuere petición de oreja, que el palco no atendió. El novillero madrileño saludó una ovación y no quiso dar la vuelta al ruedo.
Con el que cerraba plaza volvió a lancear con cadencia a la verónica. Aprovechó la noble embestida del mejor novillo del encierro para realizar una completa faena de muleta, templando y bajando la mano en tandas de notable clase. Terminó con trincherillas ejecutadas con elegancia. Entró a matar al encuentro y tuvo que volver a hacerlo al volapié colocando una estocada entera. Dos orejas.
6 novillos de Jandilla
Román: silencio en ambos
Gonzalo Caballero: oreja y ovación con saludos tras fuerte petición
David Martín: oreja y dos orejas
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