Madrid, 3 y 4 de Octubre de 2.009
Teatro Real.
María Pagés, la bailaora flamenca de brazos infinitos, se anunciaba "mano a mano" con el bailarín cubano Carlos Acosta en el Teatro Real de Madrid, en una gala que pretendía fusionar la danza española con el ballet clásico.
Carlos Acosta fue sustituido por el excelente bailarín y coreógrafo español Ángel Corella. Pero un inoportuno esguince de tobillo de nuestra máxima figura del ballet, transformó el "mano a mano" en una "encerrona" en solitario de María Pagés en el Real.
Algunos espectadores devolvieron sus localidades; no saben lo que se perdieron.
María Pagés hizo un alarde de profesionalidad. Forzada por los acontecimientos, tuvo que duplicar los números previstos, para afrontar el compromiso con su compañía de danza.
Triunfo importante de la genial bailaora, apoyada por el cante de Ana Ramón e Ismael de la Rosa. Arte, sobriedad, estética, plasticidad, danza española en estado puro. El mantón dorado cobró alma, corazón y vida en los fantásticos brazos de María Pagés.
Ángel Corella compareció en el escenario antes del inicio del espectáculo para justificar su ausencia con muletas y una aparatosa escayola, y al final para felicitar a María Pagés.
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