Este es el aspecto que presentaba el ruedo de Las Ventas la tarde de San Isidro, cuando la mayoría de los aficionados habíamos ocupado nuestras localidades para presenciar la corrida.
La megafonía de la plaza anunció que debido a las inclemencias meteorológicas de la noche anterior se retrasaba el festejo un cuarto de hora.
Finalmente, el paseíllo dio comienzo a las siete y veinticinco de la tarde. Lamentable la falta de previsión de la empresa.
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