La novillada con picadores del 26 de agosto se saldó con tres orejas para el novillero madrileño Alberto López-Simón, y una para Juan Carlos Rey.
El viernes 27 tuvo lugar un mano a mano entre los toreros locales Gabriel Picazo y José Ramón García ‘Chechu’ en el que se vivió un duelo entre dos percepciones del toreo. Picazo protagonizó brillantes momentos con el capote y una gran faena al quinto de la tarde, que no acertó a rematar con la espada, mientras que Chechu destacó en los inicios de faena por doblones y ligadas tandas por ambos pitones. Fue el segundo quien cortó dos orejas, frente al único apéndice que recibió Picazo.
El sábado 28 siguió una corrida de toros con “El Cid”, Alejandro Talavante y Daniel Luque como cartel. Opinable puede ser el indulto al cuarto toro de la tarde por parte de El Cid, pero no hay pega alguna que pueda ponerse a la labor del torero, que ha reconocido que se trató de su mejor faena de este año.
Talavante, por su parte, mostró gran dominio de los naturales; y, Daniel Luque, derrochó quietud en las verónicas de recibo y los estatuarios con las zapatillas atornilladas a la arena.
Con el refrán “corrida de expectación, corrida de decepción” quiso romper la terna el domingo 29. Cartel estrella de la feria: Julián López “El Juli”, Sebastián Castella y José María Manzanares. Recibieron tres orejas cada uno: El Juli (una oreja y dos orejas) mostró gran dominio del toreo en redondo, y pasaportó al segundo de su lote con un gran volapié.
Sebastián Castella (una oreja y dos orejas) resultó aparatosamente prendido en dos ocasiones. La primera, toreando por verónicas; la segunda a punto estuvo de empitonarlo el quinto de la tarde, que después de elevarlo se ensañó con él cuando caía al suelo. Pudimos ver al diestro firme y valiente sobre la arena en todo momento, en dos faenas de gran emoción y cercanía, bordándolo tanto con el capote en un magnífico quite, como con la muleta, recibiendo al quinto por pases cambiados en los medios.
Y José María Manzanares (dos orejas y una oreja) rivalizó en capacidad, arte y poderío con sus compañeros de cartel. El alicantino se topó con el lote más complicado de una encastadísima corrida de Victoriano del Río. Mató a su primero recibiendo, y al segundo con un estoconazo hasta los gavilanes después de una actuación de gran riesgo.
El lunes 30, con lleno hasta la bandera, tuvo lugar el concurso de recortes, del que Rubén Fernández “Cuatio”, fue declarado ganador.
El martes 31 un festejo de rejones puso fin a la feria en un ambiente tedioso a causa del mal juego de los toros de Felipe Navas. Destacó en su primero Javier San José, pero el rejón de muerte desprendido le negó la oreja, que sí cortaría al cuarto. Rui Fernandes fue el único rejoneador en salir a hombros, y Joao Moura Jr. arrancó un solo trofeo.
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